La elección de San Sebastián como capital europea de la cultura 2016 debe alegrarnos sobradamente. Tras Madrid, Salamanca y Santiago de Compostela, la capital donostiarra podrá beneficiarse también del consabido flujo de visitantes y de una notoriedad, si cabe, acentuada por esa elección. Ha sido justa vencedora. Como lo pudieran haber sido Córdoba y Zaragoza. Dicho esto, me gustaría destacar que los procesos para la designación de una candidatura a capital europea de la cultura ni se improvisan, ni son fruto de un pacto con tintes político-subjetivos, como se han apresurado a destacar desde el entorno político del PP y desde las ciudades no elegidas. Bildu tomó la alcaldía de Donosti en buena lid, pero la decisión europea ya estaba tomada. Sin duda. En septiembre de 2009, en Málaga, un consultor de DHR Global, gestión integral de recursos humanos, me entrevistó y al albur de mi historial, me preguntó si me interesaría incorporarme al equipo que preparaba la candidatura de Mála...
Blog de noticias inéditas y opinión